Muy campante y en tono académico, en una conferencia de prensa, lanzó una sentencia a los campesinos de nuestras serranías andinas, acusándoles de ser los causantes directos de los incendios que asola nuestros andes. Le decimos muy respetuosamente Señor Primer Ministro que tal información es equivoca, puesto que, sin ser especialista en la materia, pero como campesino de origen que soy, debo decirle que la quema a la que usted se refiere es una práctica y una creencia agrícola ancestral de los agricultores que nos proveen los productos de primera necesidad como son los agrícolas.
Es una creencia, porque esa es la cosmovisión del campesino, de que las cenizas que quedan de dichas malezas sirvan como abono para las tierras, que con el constante uso y monocultivo que emplean pronto se convierten en tierras eriazas. Con los expertos profesores y estudiantes de las universidades y los profesionales de la burocracia dorada que tenemos talvez se pudiera ir cambiando esta mentalidad de los agricultores. Para eso deben estar las universidades y los profesionales de los gobiernos regionales, ambos bajo el eje rector del Ejecutivo.
Por otra parte, es una práctica ancestral de nuestros agricultores, desde mucho antes que tenga uso de razón, dentro de sus prácticas agrícolas rudimentarias, y que se tenga conocimiento nunca antes se hayan producido incendios forestales dañinos en tal magnitud.
Le recomendamos Señor Premier, informarse un poquito más, o si lo sabe quizás se oculta la verdadera razón, que no es mas que el calentamiento global producto del cambio climático, fenómeno sobre el cual los gobiernos hacen nada, pese a tanta burocracia y a la existencia de un ministerio y entidades especializadas.
Ejemplos de decisiones lamentables de gobiernos anteriores en el campo agrario existen varios, entre ellas la fracasada reforma agraria por el abandono a los trabajadores, el crédito cero por confiar en la buena fe de los campesinos puneños y últimamente el anuncio etéreo y demagógico de una segunda reforma agraria. No obstante, se debe resalta el logro de las grandes irrigaciones, lamentablemente algunas inconclusas.
Frente a esta situación no queda mas que los organismos técnicos pertinentes (SENAMHI, INRENA, INDECI, COEM, FFAA, etc.) coordinadamente planifiquen las medidas pertinentes y oportunas para la prevención, capacitación, monitoreo y sobre todo de auxilio inmediato en casos de emergencia, porque es muy posible que estas calamidades vuelvan a ocurrir.
OAO: 16-09 -24